asteroide01: Esto no es Finlandia (aunque lo parezca)
- Author asteroide37
- In artículos
- Date 9 febrero, 2015
“Uno de los ejes fundamentales de la escala de valores de los finlandeses es el desarrollo personal como ser humano. Valoran a las personas por lo que son y hacen, y no por lo que fueron sus padres o por el grupo social al que pertenecen”. Xavier Melgarejo “Gracias, Finlandia”
Casi 4000 km al sur de Helsinki se encuentra una colonia de 25.000 finlandeses, la mayor colonia finlandesa fuera de los países nórdicos. Estos finlandeses del sur cuentan con una radio propia, publicaciones en finés, informativos en la tele local en su lengua y un colegio con su sistema educativo, de hecho, es el único colegio finlandés de toda España y el único fuera de las fronteras de ese país del noreste de Europa que se extiende hasta el Bachillerato. Por eso, y por más motivos que iréis descubriendo a lo largo de este viaje lo llamaremos “asteroide01″.
El “asteroide01″ es un cole muy diferente a los nuestros. Lo es por la originalidad de ciertas asignaturas de su currículum, sus descansos de 15 minutos entre clase y clase, el uso del juego y la belleza como elementos pedagógicos, la posibilidad de aprender 5 idiomas, la horizontalidad de las relaciones entre alumnos y profesores y la libertad pedagógica y el prestigio social de los docentes.
De lunes a viernes, 350 pequeños finlandeses se levantan para ir al cole: la Escuela Finlandesa de la Costa del Sol en Fuengirola (Málaga).
El centro cuenta con dos edificios: uno para Infantil, Primaria y Secundaria, que era un antiguo bar, y otro para Bachillerato. Tonos azules y anaranjados y cuadros de tigres y árboles bañan las paredes de dos comedores, un patio con mesa de ping-pong, una pista deportiva y clases con cocinas y lo último en nuevas tecnologías, proporcionándole al colegio un aspecto más de hogar que de institución.
Los niños pueden asistir a Infantil, de forma voluntaria, a partir de los 6 años, donde el juego acompañará todos y cada uno de sus aprendizajes y las letras y los números quedarán relegados al siguiente curso.
Anne Niemi, la profesora que cálida y amablemente me acogió en el colegio haciéndome olvidar el número del asteroide del que procedía, me comentaba que más de una vez había dejado atónita a alguna que otra madre malagueña al contarle que en el cole finlandés los niños no aprenden a leer hasta 1º de Primaria, y que éstas siempre le preguntaban: “¿Entonces, qué aprenden los niños en esos cursos”? Pues bien, según Anne, es en este año cuando los profesores tienen la labor más importante: identificar las aptitudes de los niños y el momento más propicio para incorporarlos a la etapa de aprendizajes académicos.
Una de las claves del éxito de este sistema se debe a la detección e intervención temprana de las necesidades educativas especiales, llevada a cabo durante este curso escolar y en la etapa infantil previa, que se cursa en escuelas infantiles. Así, estas actuaciones sumadas a la acción coordinada de toda la comunidad educativa hacen posible que ningún niño se quede atrás y que la repetición se produzca en ocasiones contadas.
Cuando nuestros pequeños finlandeses del sur finalizan esta dulce etapa, se adentran en la enseñanza obligatoria: primero en Primaria, donde estarán hasta los 13 años, y después en la ESO, que finalizarán a los 16. En estos años cursarán, además de las tradicionales materias tales como matemáticas, lengua, historia, etc., asignaturas tan originales para nuestro sistema educativo como son cocina, carpintería y labores. La originalidad también forma parte de sus métodos pedagógicos, en muchas clases se utiliza el arte, la música y la belleza como elementos esenciales del proceso de enseñanza-aprendizaje. Se parte de la creencia de que aprender es bello, y que hay que rodearlo de belleza para que motive a los alumnos.
A lo largo de estos cursos, tampoco se pierde de vista la importancia del juego como elemento pedagógico. En una de las clases a las que asistí, que era una clase de español para niños de 8 años, estaban aprendiendo nuevo vocabulario a través del “Juego de la Oca” y del “Veo veo” a partir de un libro que, según me contó Anne, había sido confeccionado por dos profesoras y una madre. La profe apuntó que esto es posible gracias a la total libertad pedagógica que tienen los profesores con respecto al currículum. Seguramente, este hecho sumado al prestigio social que tiene la educación y el profesorado en Finlandia, sea uno de los factores que permita encontrar a profesores tan motivados como Anne.
El día que visité el colegio había un evento especial, más especial para mí que para ellos porque por lo que me contaron suelen organizar bastantes actividades. Profesores y alumnos estaban sumergidos en diversas tareas con el objetivo de recaudar fondos para un niño hondureño que el colegio tiene apadrinado. Podías pintarte las uñas, la cara, comprar cosas en un mercadillo de segunda mano o comerte unos ricos pasteles finlandeses por un módico precio.
Mientras esperaba la cola para pintarme las uñas, esforzándome al máximo por entender alguna palabra de finés, con un éxito espantoso como podréis imaginar, una niña, que debió percatarse de mi esfuerzo, en un perfecto malagueño, me dijo: “Tú eres española, ¿verdad?”. Ante mi respuesta afirmativa, jugamos a que ella era mi intérprete simultánea en la ONU, y gracias a eso, conseguí unas uñas maravillosas. Y es que estos niños además de estudiar finés y español en el colegio desde el primer curso, aprenden inglés a partir de 3º de Primaria, sueco, la otra lengua de Finlandia, a partir de 1º de ESO y pueden elegir enfrentarse al alemán en 2º de Secundaria.
Como habréis podido comprobar antes, la relación entre profesores y alumnos es muy horizontal, ya que los segundos también intervienen en la toma de decisiones del colegio. Anne me contaba que los chicos suelen proponer ideas para el comedor, el recreo, etc. Los alumnos decidieron un día quedarse dentro de las aulas y pasillos en los descansos de 15 minutos que tienen entre cada clase de 45 minutos y la siguiente. Los profesores aceptaron bajo la condición de que no se produjeran problemas, los cuales no se han producido hasta el momento. Esta petición llamó mucho mi atención porque retrocediendo a mi infancia pensé que si en mi clase hubiéramos tenido la oportunidad de desfogarnos en el patio durante 15 minutos entre clase y clase, jamás se nos habría pasado por la cabeza pedir quedarnos dentro. ¿Por qué deseábamos tanto salir de las aulas y estos pequeños finlandeses no? ¿Quizás por la décima letra del alfabeto (que como todos recordamos es la jota) que siempre ha atorado la puerta de nuestras aulas?
En otra de nuestras interesantes charlas, Anne me exponía que la presencia de la evaluación dentro de este sistema educativo es mucho menor que en el nuestro. Los alumnos solo deben realizar dos exámenes finales, uno en Navidades y otro en junio, y además hasta 5º de primaria no existen notas numéricas en ninguna asignatura, sino que los alumnos son evaluados con frases, lo que les permite adquirir contenidos sin la presión de las notas y sin la estigmatización de los alumnos menos aventajados. La importancia que este sistema otorga a la evaluación continua y a la necesidad de llevar a cabo un labor educativa conjunta entre padres y profesores puede verse reflejada en el hecho de que los padres tienen acceso a una base de datos en la que los profesores van registrando la actuación de los alumnos.
Tras una jornada en la pequeña Suomi de Fuengirola, el trigésimo séptimo asteroide volvió a su órbita, pero nunca volvería a ser el mismo. En este viaje aprendió que es posible “enseñar pero bonito” a través del juego y el arte, que aún hay muchas personas que siguen pensando que ser profe es una de las profesiones más hermosas del mundo y que hay “educaciones que despiertan pasiones”.
Me ha encantado leer este post. Siempre que intento explicarle a alguien algo sobre la educación alternativa, nunca encuentro las palabras. Leerte así de claro y conciso me sirve para poder seguir haciendo publicidad de que otra forma de educar es posible.
Mil gracias, Elena.
Siempre pensaré que pronto serás una arquitecta psicológicamente formada. Esa mezcla va a dar una combinación maravillosa, aunque creo que eso salta ya a la vista.
Me encanta la idea de que pueda ayudarte en tus intentos de cambiar el mundo.
Esto es solo el principio.
Un beso grande.
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